"La desvalorización del mundo humano avanza a razón directa de la valorización de las cosas" K. Marx


la verdad no hay que leerla, solamente verla.


Dolor el de la serpiente que no posee párpados.
Cómo no tener el veneno de saludo, ignorando la fácil solución de incluirnos en la sombra?
Roque Dalton.


Nuestra historia quieren borrar, y poner sobre ella una nueva, diferente, mentirosa. La verdad, que por si sola levantaría a millones contra el patrón, contaría que el malo ha sido siempre el mismo, que cambia de cara y disfraz, de forma de hablar y tratar, pero mantiene su escuela, herederos de la infamia, acaparadores de lo ajeno, el poder del hombre sobre el hombre.
Los de arriba, quieren y han logrado, conservar su pedestal, miles de bufones, avivatos y sumisos se sientan en sus pies, dispuestos a dar la vida por sus amos.

El pueblo espera, resiste, olvida, se levanta, muere.... 

Al pueblo no le llaman pueblo, el solo nombre causa temor, prefieren decir país, unirnos en la patria, no la nuestra claro está. Dicen que el camino de arriba y de abajo es el mismo, que queremos lo mismo y tenemos enemigos comunes. La lógica capitalista es explicada como cátedra, repetida en discursos políticos, multiplicada en los medios y aceptada en los hogares, el trabajo duro y constante, aun si por ello hubiese que gastar la vida, resultara finalmente en los logros esperados, se vuelven entonces recurrentes las historias de faustos perseguidores de fortuna, que salidos del pantano llegan al paraíso, apellidos como Rockefeller, Ford, o en Colombia Sarmiento Angulo, son presentados como ejemplos para el pueblo, pero la realidad, tan siniestra para los pobres y tan silenciosa en oídos del de arriba, se encarga a diario de desmentir la teoría, los largos años de trabajar la tierra, de mezclar cemento, de contestar llamadas, de limpiar baños, vender cachivaches, abrir y cerrar puertas, cargar bultos y obedecer abnegadamente jefes de todos los talantes, no trajeron consigo ni la fortuna deseada, ni los sueños cumplidos, tal vez si quemaduras por el sol, dolores de espalda, articulaciones lesionadas, pulmones ennegrecidos, entre muchos males de nuestros mayores. Dirá el patrón que el trabajador es holgazán, y que se gasta sus pesos en trago, aunque bien sabe que su fortuna se la debe toda a él y a los que son como él,
tal vez 500 años más de trabajo alcancen a formar un ahorro suficiente.

El pueblo cree, espera, se desilusiona, grita, calla, es callado.

El lenguaje del de arriba se masifica, para que no exista la posibilidad de confusiones, repetida intensamente, como la mentira que quiere ser verdadera, suena tan cierta como incuestionable; desarrollo, modernidad, terrorismo, unidad, prosperidad, religión, subdesarrollo, pobreza, inversión, reactivación, comercio, democracia, las palabras sin alma, no por ellas sino por sus dueños. La justicia, sin la mordaza, diría que vale más el oro sucio de tierra en las manos del minero, que en el lujoso estante de la joyería, que la cosecha es del campesino y no del comerciante, que el salario debe ser proporcional al esfuerzo por conseguirlo, que no hay herencia porque la tierra no es de nadie, nosotros somos de ella, que los recursos que de ella nacen son para satisfacer necesidades y no para enriquecer bolsillos extranjeros, que no debe haber pobreza, ni riqueza, que la cultura y el deporte son goces y no negocio, que la felicidad es un derecho, que lo injusto es injusto, que la rebelión es su sinónimo.

También hay voces desde abajo, no solo ahora sino siempre, rebeliones de pueblos enteros contra sus amos, desenmascarados por la realidad, por la cotidianidad de la vida. Nuestros nombres, nuestra sangre.
Desde Túpac amaru hasta el Sub,  Allende y Sandino, de Camilo Torres y el Che, José Antonio Galán y Bolívar, Gaitán y Jaime Pardo, Bateman y Quintin Lame, Guadalupe salcedo y María Cano, Cienfuegos y Fidel, Zapata y Víctor Jara, Manuela Beltrán y Policarpa, muchos mas los que no están escritos y más serán los que se escribirán. Los nombres que quieren borrar, vivirán eternamente en el corazón del pueblo, y serán transmitidos sino por su historia, si por la nuestra. Este es nuestro pueblo, que grita no olvidar, dice y repite, el enemigo es el mismo, no te dividas pueblo, lucha unido, vive libre.

Contra la mentira, contamos nuestra historia, la que vivieron nuestro abuelos, nuestros mayores, destruimos lo falso, aprendemos lo verdadero.

....La lucha continua.


Somos cimarrones, flechas que buscan la libertad, somos negros esclavos que se organizan para retar a sus amos, somos indios que resisten la invasión, somos difusores del cristianismo en la persecución romana, somos trabajadores que luchan por justicia, somos jóvenes que desafían al sistema, somos campesinos contra la ......expropiación, somos marchas en la indiferencia, somos rebelión en la tierra de los poderosos, somos guerrilleros al lado de Camilo y del Che, somos demócratas votando por Allende, somos arte en la cotidianidad, somos satánicos en la religión del dinero, somos voces sin amos, buscando una tierra sin esclavos. Eso somos, eso seremos, por eso, hasta las ultimas consecuencias, naceremos de nuevo para resistir, o para existir libres.

De nuevo el oro sobre la conciencia.




……“1781

En el pueblo de Zipaquira se firma el tratado de paz, que el arzobispo redacta, jura sobre los evangelios y consagra con misa mayor.



El acuerdo da la razón a los rebeldes. Pronto este papel será ceniza, y bien lo saben los capitanes comuneros; pero también ellos, criollos ricos, necesitan despejar cuanto antes la tormenta asombrosa, sumo desarreglo de las gentes plebeyas, que cree oscureciendo los cielos de bogota y esta amenazando a los americanos de fortuna como a la corona española.



Uno de los capitanes rebeldes se niega a entrar en la trampa. José Antonio Galán, marcha de pueblo en pueblo, de hacienda en hacienda, liberando esclavos aboliendo tributos y repartiendo tierras. Unión de los oprimidos contra los opresores, proclama su estandarte. Amigos y enemigos le llaman el Tupac Amaru de aquí." Eduardo Galeano.…. Memoria del fuego II.



La coyuntura electoral de nuevo voltea la mirada de los poderosos sobre los de abajo, pero no para pedir su ayuda, sino para convencerlos de necesitarla. La maquinaria electoral lava, compra y vende conciencias, cambiándolas por papel impreso, tejas, cemento, lechonas, carros, casas, notarias, licitaciones, padrinos políticos, reinados, becas, y en general todo lo que el sistema capitalista le haya puesto precio. De nuevo los de arriba quieren tener el control, saben que les será de nuevo otorgado, porque así ha sido por años, mas de quinientos, y que aunque los otros sean la mayoría, no cambiaran la historia porque aun no han visto al que maneja el tren, solo a los vagones que se mueven por su accionar.

Son muchos los que confían plenamente en la democracia, un camino, no mejor ni peor, y también son muchos los que han visto en el congreso su manera de visualizar las luchas sectoriales, denunciar la arbitrariedad gubernamental, defender a los derechos de la población y en general hacer un contrapeso, por lo menos ideológico, del actual sistema capitalista, ambicioso e individualista, sin embargo, se ve empantanado por el poderío económico, la amplia manipulación de los medios informativos, y el dominio bélico imperante. Seria enteramente anhelado tener un congreso en el que todos los miembros representen diferentes luchas populares, tejidos sociales, deferencias culturales y visiones heterogéneas de mundo, de sociedad, cada una con su espacio sin necesitar sobreponerse unas a otras, donde se prioricen las soluciones a los problemas, pero se imponga la autodeterminación de los pueblos, donde el que mande, mande obedeciendo, y el poder cambie su significado de dominancia por el de capacidad.

Minga Indigena


COLOMBIA CON LA DIGNA REBELDIA











"Otros somos, si el mundo no tiene lugar para nosotros entonces, otro mundo hay que hacer. Sin mas herramienta que la rabia, sin más material que nuestra dignidad. Falta más encontrarnos, conocernos falta, falta lo que falta....." EZLN







Lucha Antisistemica

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